En primer
lugar, estoy consciente de que escribo esta relatoría un poco tarde, lo que
pasó fue que el día cuando Juan Sebastián dio las instrucciones, yo me fui
antes de que se finalizara la sesión y cuando les pregunté a mis compañeros que
si había que hacer relatoría, por alguna extraña razón, me dijeron que no. Sin
embargo, mis intenciones no son tener mi blog incompleto así que aquí va mi
entrada.
Mi Semana
Santa no fue espectacular ni tampoco tan mala, simplemente, a diferencia de la
mayoría, no viajé a ningún lado así que estuve todo el tiempo en la nevera de
Bogotá viendo las fotos y vídeos de algunos compañeros disfrutando de la playa,
brisa y mar, que envidia.
Antes de
iniciar la semana había algo que tenía muy claro y es que al entrar de nuevo a
la universidad, esta me recibía con un lindo parcial de Principios de
Microeconomía, que suerte la mía! A pesar de saber que si no estudiaba y me iba
de vaga las consecuencias podrían no ser tan buenas, efectivamente si fui vaga
y la pereza y ganas de descansar me ganaron.
Como es
costumbre, cada vez que hay alguna clase de receso, mis amigas y yo tratamos de
reunirnos, ir a un sitio lindo y tomarnos algunas fotos y esta vez no fue la
excepción. El lunes me encontré con dos amigas en Usaquén, todo iba muy bien ,
el sol estaba en su punto, hasta que de un momento a otro comenzó a llover,
como raro en Bogotá los cambios de clima y lo que da rabia es que no fue
cualquier llovizna, al contrario, fue un aguacero terrible por lo que es obvio
que nuestro plan de fotos se arruinó. A pesar de esto, fue lindo ver a mis
mejores amigas del colegio y compartir un rato con ellas. Por la tarde de ese
mismo día me encontré con mi novio, cocinamos y estuvimos toda la tarde juntos
traté de aprovechar al máximo con él ya que el martes y el miércoles iban a ser
los partidos de la Champions League así que cuando esto pasa es como si me
quedara sin novio, ya que él se reúne con sus amigos y literalmente se pierde
del mapa hasta que se acaben los partidos.
Ese día al
regresar a mi casa me di cuenta que mi garganta me estaba molestando y yo sabía
que esa no era una buena señal. El martes al despertarme, desgraciadamente
amanecí enferma de la gripe, no se imaginan cuanta rabia me dio, no había
pasado ni un mes desde la última vez que me había enfermado y ya otra vez
andaba en las mismas, que estrés. Ese día debido a mi gripa y a la falta de
novio, me quedé sola todo el día acostada en mi cama viendo capítulos que tenía
atrasados de una serie llamada La Ley del Corazón. Me di cuenta que ese día lo
había desperdiciado ya que no hice nada productivo y al contrario vi en total
como 10 capítulos.
Al igual
que el martes, el miércoles seguía enferma pero me dije a mi misma “no vas a
desperdiciar el día” así que me levanté, me bañé y empecé a hablar con una
amiga para ver si hacíamos algo. En la tarde me encontré con ella y estuvimos
alrededor de 4 horas en Starbucks de Parque la Colina hablando de nuestra
vidas, de la Universidad, de nuestros novios, en resumidas cuentas, “echando chisme”,
la verdad hace rato no me reía tanto como lo hice esa tarde. Ya en la noche,
ocurrió un milagro y mi novio me iba a dedicar dos horas de su jornada de
partidos para ir al cine a ver una película conmigo. Fuimos a ver Un Jefe en
Pañales, una película de dibujos animados demasiado chistosa y con una
enseñanza bonita. Sin embargo, la noche no terminó tan bien ya que yo pensé que
después del cine íbamos a estar más tiempo juntos pero estaba equivocada debido
a que al terminar la película, él se devolvió a donde sus amigos y no
exactamente a ver partidos, sino a tomar y como a mí no me gusta nada de eso me
puse brava y no hablamos hasta el día siguiente.
El día
siguiente fui a un almuerzo a donde la familia de mi papá, allá estuve todo el
día compartiendo con mis abuelos, tíos y primos y comiendo muy rico. Ya en la
tarde me volví a ver con mi novio, nos reconciliamos y el día acabó cuando a mi
gripa se le ocurrió empeorarse. El viernes fue un día fatal para mí y al igual
que el martes todo el día estuve en la cama viendo series y tratando de lidiar
con la enfermedad.
El sábado
seguía igual pero ese día no me quería quedar en la cama así que como ya no
habían partidos pude cuadrar con mi novio y salimos a almorzar, eso sí,
extremadamente abrigada porque no tenía la intención de enfermarme más.
A pesar de que mi familia si es católica y si celebra la Semana Santa, este año yo no hice parte de la celebración por motivos que prefiero no especificar en este blog. En definitiva, mi Semana Santa se resumió en ver llover, aguantar frío, ver a mis amigas, estar con mi novio, estar con mi familia, no estudiar y obviamente, estar enferma.
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