jueves, 20 de abril de 2017

Semana Santa

En primer lugar, estoy consciente de que escribo esta relatoría un poco tarde, lo que pasó fue que el día cuando Juan Sebastián dio las instrucciones, yo me fui antes de que se finalizara la sesión y cuando les pregunté a mis compañeros que si había que hacer relatoría, por alguna extraña razón, me dijeron que no. Sin embargo, mis intenciones no son tener mi blog incompleto así que aquí va mi entrada.

Mi Semana Santa no fue espectacular ni tampoco tan mala, simplemente, a diferencia de la mayoría, no viajé a ningún lado así que estuve todo el tiempo en la nevera de Bogotá viendo las fotos y vídeos de algunos compañeros disfrutando de la playa, brisa y mar, que envidia.

Antes de iniciar la semana había algo que tenía muy claro y es que al entrar de nuevo a la universidad, esta me recibía con un lindo parcial de Principios de Microeconomía, que suerte la mía! A pesar de saber que si no estudiaba y me iba de vaga las consecuencias podrían no ser tan buenas, efectivamente si fui vaga y la pereza y ganas de descansar me ganaron.

Como es costumbre, cada vez que hay alguna clase de receso, mis amigas y yo tratamos de reunirnos, ir a un sitio lindo y tomarnos algunas fotos y esta vez no fue la excepción. El lunes me encontré con dos amigas en Usaquén, todo iba muy bien , el sol estaba en su punto, hasta que de un momento a otro comenzó a llover, como raro en Bogotá los cambios de clima y lo que da rabia es que no fue cualquier llovizna, al contrario, fue un aguacero terrible por lo que es obvio que nuestro plan de fotos se arruinó. A pesar de esto, fue lindo ver a mis mejores amigas del colegio y compartir un rato con ellas. Por la tarde de ese mismo día me encontré con mi novio, cocinamos y estuvimos toda la tarde juntos traté de aprovechar al máximo con él ya que el martes y el miércoles iban a ser los partidos de la Champions League así que cuando esto pasa es como si me quedara sin novio, ya que él se reúne con sus amigos y literalmente se pierde del mapa hasta que se acaben los partidos.

Ese día al regresar a mi casa me di cuenta que mi garganta me estaba molestando y yo sabía que esa no era una buena señal. El martes al despertarme, desgraciadamente amanecí enferma de la gripe, no se imaginan cuanta rabia me dio, no había pasado ni un mes desde la última vez que me había enfermado y ya otra vez andaba en las mismas, que estrés. Ese día debido a mi gripa y a la falta de novio, me quedé sola todo el día acostada en mi cama viendo capítulos que tenía atrasados de una serie llamada La Ley del Corazón. Me di cuenta que ese día lo había desperdiciado ya que no hice nada productivo y al contrario vi en total como 10 capítulos.

Al igual que el martes, el miércoles seguía enferma pero me dije a mi misma “no vas a desperdiciar el día” así que me levanté, me bañé y empecé a hablar con una amiga para ver si hacíamos algo. En la tarde me encontré con ella y estuvimos alrededor de 4 horas en Starbucks de Parque la Colina hablando de nuestra vidas, de la Universidad, de nuestros novios, en resumidas cuentas, “echando chisme”, la verdad hace rato no me reía tanto como lo hice esa tarde. Ya en la noche, ocurrió un milagro y mi novio me iba a dedicar dos horas de su jornada de partidos para ir al cine a ver una película conmigo. Fuimos a ver Un Jefe en Pañales, una película de dibujos animados demasiado chistosa y con una enseñanza bonita. Sin embargo, la noche no terminó tan bien ya que yo pensé que después del cine íbamos a estar más tiempo juntos pero estaba equivocada debido a que al terminar la película, él se devolvió a donde sus amigos y no exactamente a ver partidos, sino a tomar y como a mí no me gusta nada de eso me puse brava y no hablamos hasta el día siguiente.

El día siguiente fui a un almuerzo a donde la familia de mi papá, allá estuve todo el día compartiendo con mis abuelos, tíos y primos y comiendo muy rico. Ya en la tarde me volví a ver con mi novio, nos reconciliamos y el día acabó cuando a mi gripa se le ocurrió empeorarse. El viernes fue un día fatal para mí y al igual que el martes todo el día estuve en la cama viendo series y tratando de lidiar con la enfermedad.

El sábado seguía igual pero ese día no me quería quedar en la cama así que como ya no habían partidos pude cuadrar con mi novio y salimos a almorzar, eso sí, extremadamente abrigada porque no tenía la intención de enfermarme más.


A pesar de que mi familia si es católica y si celebra la Semana Santa, este año yo no hice parte de la celebración por motivos que prefiero no especificar en este blog. En definitiva, mi Semana Santa se resumió en ver llover, aguantar frío, ver a mis amigas, estar con mi novio, estar con mi familia, no estudiar y obviamente, estar enferma.  

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